DESAPRENDER PARA APREHENDER HACIA UN NUEVO LIDERAZGO
Hace tiempo leí un artículo de Borja Vilaseca, en el que se describía muy bien la situación actual de las empresas y donde se ponía de manifiesto aspectos como el miedo, que se han olvidado los valores, la visión y la misión, y que se ha perdido la confianza en los demás, incluso en ocasiones, en uno mismo.
Estamos ante un ‘quejido organizacional’ que provoca espirales de negatividad y victimismo, y que se está traduciendo en síndrome de sacrificio entre los líderes, que se entregan más de lo que pueden, y que conviven a su vez con síndromes de ‘superviviente’ entre los trabajadores, y ‘efecto sandwich’ entre los mandos intermedios. En cualquier caso, todos ellos se traducen en falta de eficacia y eficiencia en la Organización y situaciones de daño para la salud.
Desde el diagnostico que extraemos de las evaluaciones de riesgos psicosociales, realizadas en más de 300 empresas en los dos últimos años, encontramos que para dar pasos hacia organizaciones más saludables la intervención psicosocial pasa:- Por conseguir líderes proactivos que generen confianza, que sean creativos y que reconozcan que el camino hacia el liderazgo empieza por conocer quién hay frente al espejo, es decir, por conocerse a uno mismo.
- Por generar entornos dónde se optimice el capital humano, social y psicológico. En definitiva, conseguir ‘engagement en el trabajo’, donde el trabajo se convierta en pasión y donde se favorezcan las experiencias de ‘flow ’, de manera que impulsemos el rendimiento directivo. El reto es innovar, ser capaz de catalizar sinergias positivas para el desarrollo individual y organizacional, que no exista divergencia entre lo que sentimos, deseamos, pensamos y hacemos.